domingo, 3 de mayo de 2009

Articulo Realidad Virtual


Robots y realidad virtual roban miradas en pequeño pueblo francés.

Nuevos prototipos buscan acercar y promover la relación de las máquinas con los humanos.


Situado a orillas del río Mayenne en la región francesa de País de Loira, el pequeño municipio de Laval responde al estereotipo clásico del pequeño y apacible pueblo europeo donde el tiempo parece haberse detenido. Esta semana, sin embargo, la tranquilidad y los últimos adelantos tecnológicos han hecho de esta ciudad su punto de encuentro en “Laval Virtual”, una feria que reúne a los más destacados proyectos mundiales en el campo de la robótica y la realidad virtual.


En esta 11ª edición, los emprendedores, representantes de la industria, investigadores y estudiantes de todo el mundo han aprovechado la convocatoria para tratar, además de la realidad virtual, el tiempo real en 3D y las tecnologías interactivas aplicadas a los deportes, la relación con humanos en la psicología y las terapias, entre otros, señaló un comunicado oficial de los organizadores.


Cerca de 70 expositores han hecho despliegue de su creatividad, pero sin duda, la estrella de la jornada es el pequeño y amistoso Nexi, un robot capaz de sonreírle de manera espontánea a los visitantes de la feria. El androide, desarrollado por Media Lab del Massachusetts Institute of Technology (MIT), Estados Unidos, es uno de los cuatro humanoides de la serie MDS (Móvil-Diestro-Sociable) que poseen habilidades de comunicación e interacción.


Su tamaño no supera al de un niño de tres años, pero gracias a sus parpados y sus pequeños ojos azules (hechos con dos cámaras) capaces de manifestar tristeza, alegría o dudas, hacen de Nexi un robot capaz de expresar emociones. Además, sus orejas (micrófonos) le permiten registrar lo que se le dice y hacerlo partícipe de una conversación, siempre y cuando ésta sea en inglés.


Los desarrolladores afirman en el sitio oficial de Nexi que el propósito de esta plataforma tecnológica es servir como apoyo para las investigaciones orientadas a la interacción entre humanos y androides, el sentimiento de grupo y el aprendizaje social. Otro de los “mimados” es Yotaro, un bebé robot desarrollado por la universidad japonesa Tskuba, capaz de expresar emociones y reacciones como la risa, somnolencia, enojo o estornudos. Su temperatura corporal y movimientos espontáneos emulan fielmente la experiencia de estar con un infante de verdad.

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